El pasado sábado 16 de agosto pudimos disfrutar de la segunda edición de la Muestra de estatuas vivientes de Ávila. A lo largo del día abulenses y visitantes pudieron disfrutar de un total de 8 estatuas vivientes repartidas por distintos puntos del centro de la ciudad. Como no podía ser de otra forma, los intrépidos cogimos la cámara y nos acercamos para disfrutar y retratar estas curiosas estatuas, ya que normalmente no podemos disfrutar de nuestra ciudad.
Como hemos dicho hace unos instantes, las diferentes estatuas vivientes estaban repartidas en distintos puntos del centro de la ciudad, así que vamos a ir uno por uno para que las conozcáis todas. En primer lugar visitamos la estatua llamada “Los Gemelos Petrificados” situada en la Plaza del Mercado Grande, la cual representaba dos gemelos que habían quedado petrificados tras la erupción del volcán que arrasó con la ciudad de Pompeya. Hay que decir que esta estatua nos dejó totalmente sorprendidos, ya que estaba formada por una persona y un “gemelo” de lo más realista, y es que hasta nosotros mismos dudamos mucho de si se trataba de una persona real o no.
Otra de las estatuas era el “Soldado” situado en la Plaza Adolfo Suárez que situado en posición de ataque apuntaba con su arma sin inmutarse. Eso sí, hizo las delicias de lo más pequeños que con gran ilusión posaban junto a él ataviados con casco y arma para que sus padres les retrataran para tener un recuerdo.
Siguiendo nuestro particular itinerario, nos encontramos con “El hombre del silencio” en la Plaza José Tomé, una estatua de un hombre del renacimiento que parecía estar hecha de granito y que se movía con gran elegancia.
Posteriormente nos encontramos con una curiosa estatua tirada (literalmente) en medio de la Plaza del Mercado Chico. “El Forzudo” estaba aparentemente desmayado junto a unas enormes pesas cuando de repente se despertó para alardear ante los que allí nos encontrábamos de su gran fuerza. Sin embargo, justo antes de realizar su gran hazaña volvió a caer desmayado… ¿se le iba la fuerza por la boca? No lo sabemos…
En la Plaza de la Catedral junto a la puerta principal nos encontramos con “El poeta del Vesubio”, otra estatua ambientada en la antigua Pompeya. En esta ocasión vimos a un poeta sin piernas petrificado con papel y pluma en mano.
Algo más apartada estaba “Rosita”. En los jardines de San Vicente una enorme estatua viviente de una mujer de pelo rosa y un aire algo barroco saludaba con elegancia a todo aquel que decidía obsequiarle con unas monedas. Además, hay quien dice que se da cierto aire a “Effie” uno de los personajes de “Los Juegos del Hambre”. Juzgad por vosotros mismos…
En la Plaza de Italia estaba la estatua “Snowboard”, descendiendo en una posición un tanto imposible que nos dejó pensando cómo podía mantenerse así sin temblar ni una gota.
Por último, vimos a “La Abuela”, situada en el Paseo del Rastro. Una entrañable abuelita con aspecto metálico se encontraba sentada junto a su perrito también inmóvil.
Y a vosotros, ¿cuál de todas las estatuas os ha gustado más? ¿Fuisteis a verlas?
Tenemos un montón de fotos que como siempre, puedes ver en nuestras galerías y en Facebook:
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